El PR es un factor que evalúa la energía que la instalación fotovoltaica es capaz de generar con respecto a la energía eléctrica que potencialmente podría producir a partir de las condiciones ambientales y características técnicas de los equipos.
Del lado de las condiciones ambientales, el mayor impacto en este rendimiento es el de la irradiación solar y la temperatura, ya que sus variaciones hacen que los equipos principales (módulos fotovoltaicos e inversores y sus transformadores) puedan trabajar a pleno rendimiento o en distintas condiciones de eficiencia.
Asimismo, para valorar el rendimiento y PR de la instalación, es necesario considerar las fuentes de pérdidas de energía inherentes a la propia planta. Algunas de ellas dependen de los elementos secundarios de la instalación, como pueden considerarse el cableado eléctrico, los transformadores de potencia, etc.
Otras dependen de la disposición de los módulos FV en la instalación: sombras entre módulos, sombras de elementos cercanos (edificios, árboles, etc) o del entorno (montículos, montañas).